viernes, 16 de marzo de 2018

ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR


La rotura del ligamento cruzado anterior es una de las patologías más comunes que afectan a la rodilla.Suele aparecer como una cojera aguda, en la que el animal no quiere apoyar la extremidad o tiene la rodilla inflamada.


Ciertos perros tienen predisposición a sufrir esta lesión. Por un lado encontramos razas grandes y gigantes como Labrador, Rottweiler, Mastín Napolitano o Bóxer, que por su morfología tienen tendencia a sufrir lesiones en sus ligamentos. Por el otro, a los perros de tamaño pequeño-mediano  con patas cortas y generalmente con sobrepeso.

A parte de las razas citadas hay otros factores que influyen en esta patología como el sobrepeso, el sedentarismo, afecciones endocrinas, actividad física extrema sin un buen calentamiento, sobrecargas por subir o bajar escaleras, subidas bruscas al sofá o al coche, o cualquier actividad que someta a los ligamentos a micro traumatismos y que finalmente terminen dañándolos parcial o totalmente.

Hay dos tipos de tratamiento, el conservador y el quirúrgico, entre los que se deberá elegir en función del individuo y la clínica. El objetivo del tratamiento es recuperar la movilidad completa de la rodilla, la fuerza y masa muscular y el control sobre la articulación.

Al inicio de la recuperación es importante:
ü  Llevar a la mascota atada durante los paseos, evitar salidas bruscas y cambios de ritmo.
ü  Mantener al perro fuera de suelos resbaladizos.
ü  Evitar rampas y escaleras (una vez rehabilitados se pueden usar rampas para ayudar a subir al sofá y al coche).
ü  Es recomendable que descansen sobre superficies blandas y limpias, pero que sean lo suficientemente firmes para ayudar a la incorporación del animal como colchones especiales para perros
ü  Mantener la piel limpia y seca.
ü  Dieta correcta y control del peso. El sobrepeso perjudica las articulaciones y genera más dolor para el animal.

A medida que vaya mejorando, se irá incrementando la intensidad de la actividad.



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jueves, 18 de enero de 2018

CUIDADOS EN TORTUGAS

ALOJAMIENTO

El acuario debe de ser suficientemente grande para las tortugas (mínimo 5 veces el tamaño de las mismas y mejor que sean más largos que altos) con  ¾ partes de agua y ¼ de tierra. La zona seca, será el lugar donde las tortugas puedan tomar el sol para calentarse y recibir los rayos ultravioletas. Por ello, debe de tener las dimensiones suficientes para que entren todos los ejemplares  y presentar una rampa que facilite el acceso de la tortuga.

Las tortugas no generan su propio calor corporal, dependiendo de la temperatura ambiental para mantener su actividad y desarrollarse. Por ello, la temperatura del agua es fundamental. Es necesario que sea una temperatura controlada y constante entre 25 y 30ºC (dependiendo de la especie de tortuga). Para ello se recomienda tener un calentador de agua y un termómetro (lo ideal con doble sonda, una en el agua y otra en la zona seca).

Es necesario mantener el agua del acuario limpia, para ello se puede incluir un filtro o cambiar el agua cada dos días.

Algo fundamental para el caparazón y los huesos de las tortugas es el calcio. Para la absorción del mismo es necesaria la presencia de vitamina D y de radiación solar; sin la radiación solar, no podrá absorberse el calcio y las tortugas enfermarán.  Lo ideal es que nuestras tortugas tomen el sol (directo, sin cristales de por medio) todos los días durante dos horas pero otra alternativa es instalar lámparas de luz ultravioleta en nuestro terrario y mantenerlas encendidas unas 10 horas al día (dependiendo de la especie).


ALIMENTACIÓN

El alimento base debe ser un pienso especial para tortugas de agua,dado una vez al día en individuos jóvenes y en días alternos en individuos adultos. El análisis nutricional que debería contener un buen pienso para tortugas  de agua:

- Proteína  35-42%
Grasa  5 -10%
Fibra  2-5%
Cenizas  2-5%
Humedad  5 -10%

Es importante conocer la especie de tortuga que tenemos para establecer una correcta alimentación. La mayoría de especies de tortugas de agua son omnívoras, este es el caso de la tortuga de orejas amarillas, de la tortuga de orejas rojas y de la tortuga de Cumberland; pero existen otras especies más carnívoras o herbívoras.


Tortuga de orejas amarillas      Tortuga de Cumberland Tortuga de orejas rojas
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En el caso de tortugas omnívoras, el pienso puede complementarse con fruta, vegetales, carne o pescado.En el caso de individuos jóvenes su dieta será más casi completamente carnívora y, en el caso de individuos adultos, su dieta es más vegetal.
Vegetales, frutas y verduras en trocitos: manzana,  pera,  lechuga, zanahoria y  melón entre otros  (no dar cítricos, ni espinacas ni col).
Carne(como hígado de pollo o carne de cerdo, cocinada), pescado y marisco(pescado entero incluso con espinas).


Los camarones secos o gambitasson para las tortugas una golosina ocasional puesto que les encantan, pero carecen de vitaminas y otros nutrientes que son indispensables para las tortugas, y NO pueden ser nunca un alimento único para nuestra tortuga.






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jueves, 21 de diciembre de 2017

ALERTA PETARDOS!

Se acercan las fiestas navideñas y con ellas, los petardos. Son muchos los perros que presentan problemas frente a ruidos fuertes, asustándose y estresándose. Los síntomas que puede presentar un animal con fobia a ruidos son los de una respuesta de miedo exagerada y que no concuerda con la magnitud del estímulo, tales como temblores, ansiedad, midriasis (pupilas dilatadas), salivación, jadeo, micción y defecación, intentos de huida o de esconderse, destructividad, deambulación, etc.

En este artículo os mostraremos una serie de estrategias beneficiosas ante este tipo de situaciones, como la creación de un refugio para el animal, cuál debe ser la actitud del propietario y la prevención del problema desde edades tempranas.



Creación de un refugio
Se trata de proporcionar al animal una zona donde se sientaa salvo y se puedarefugiar cuando sienta miedo.

Debe ser un lugar nuevo que pueda servir de escondite, algo que él no relacione con miedo o situaciones desagradables. Puede servir un transportín sin puerta o una caja grande. Lo podemos tapar con una manta para intentar aislar más la zona y darles más sensación de seguridad. Dentro del refugio colocaremos una cama que le guste, juguetes, premios, su manta preferida… cualquier cosa que le haga sentir bien y confortable.Este refugio deberá estar colocado en una estancia tranquila, silenciosa y lo más alejado posible de la fuente de ruido.

Este lugar tiene que estar a su disposición pero no debemos obligarlo a estar allí. Lo mejor es trabajarlo con anterioridad, mostrando el sitio y administrándole premios comestibles.
Por último, insonorizamos del exterior en la medida de lo posible, cerrando persianas y cortinas de la habitación. También podemos poner música tranquila.

La actitud del propietario
¿Cómo deberíamos comportarnos para llevar lo mejor posible la ruidosa noche de fin de año? Es importante que nos mantengamos tranquilos y en calma. Si los animales notan nuestro nerviosismo, estaremos reforzando la sensación de peligro. Nuestra tranquilidad es básica para mostrarles que no hay nada que temer. Es importante actuar de manera calmada (movimientos, gestos y tono de voz) y evitar comportamientos inusuales como estar constantemente hablándoles o acariciándoles.

A ser posible estaremos con nuestro perro o gato y, si no está demasiado asustado, podemos intentar distraerle con juegos. Es fundamental entender que el miedo es una emoción que no se puede controlar, por lo que debemos aceptarlo, ¡nada de enfados ni castigos!

Por último, no intentemos que superen sus miedos enfrentándoles a ellos: eso sólo empeorará la situación.



Paseos y actividad física
Es importante tener en cuenta las horas dónde se concentran los mayores niveles de ruido, evitando salir a la calle con nuestro perro en esos momentos, así como por lugares muy transitados.

Podemos organizar las actividades de cara a los eventos ruidosos, fomentando la actividad física y haciendo ejercicio con nuestro perro las horas previas. Sabemos que uno de los momentos con mayor actividad pirotécnica es la nochevieja, por lo que podemos aprovechar esa tarde para dar un paseo largo con nuestro perro en una zona alejada del barullo y fomentar que haga ejercicio. De ese modo, una vez de vuelta en casa, estará más relajado e incluso cansado, y bajará la guardia de cara a la hora de los ruidos.

Debemos tener en cuenta en los paseos que siempre existe la posibilidad de que nos sorprendan con un petardo y nuestro perro se asuste. Es fundamental pasearlo siempre con correa para evitar accidentes, atropellos y desapariciones.

Tratamiento con fármacos y feromonas
Existen varios grupos de fármacos indicados para el tratamiento del miedo a ruidos en el perro. Consulta siempre con tu veterinario antes de dar cualquier fármaco.

Tradicionalmente se ha utilizado un compuesto llamado acepromacinacon la idea de que el animal no sienta miedo en eventos que lo podrían desencadenar. Sin embargo, esto no es lo que se consigue en realidad. La acepromacina es un fármaco del grupo de los neurolépticos. Su mecanismo de acción trata de bloquear los receptores dopaminérgicos en los ganglios basales y sistema límbico. Produce además depresión del sistema nervioso central, que conlleva sedación e incoordinación: disminuye las respuestas motoras pero apenas afecta a la percepción sensorial. El resultado es un perro cuya respuesta motora está disminuida, pero que seguirá percibiendo el estímulo como amenazante.Esto se traduce en un incremento del estado de ansiedad, una disminución del bienestar del animal y, en ocasiones, un agravamiento de la fobia. En ocasiones también desinhibe la conducta agresiva, con la consiguiente peligrosidad que ello conlleva para el propietario. Por todo esto, nosotros desaconsejamos el uso de éste fármaco para enfrentar la fobia a los ruidos.

En su lugar, podemos utilizar otros métodos más seguros, como son las feromonas apaciguantes o ciertos productos naturales. Si quieres información al respecto, no dudes en preguntarnos!




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sábado, 21 de octubre de 2017

MARCAJE FELINO

¿Qué es el marcaje?

A lo que nos referimos comúnmente como marcaje es una de las formas de comunicación que comparten todos los felinos, desde nuestro pequeño minino hasta los grandes leones de la sabana. Consiste en un rociado de orina modo spray, generalmente producido por machos adultos. Estas marcas de orina tienen un olor muy fuerte y son difíciles de eliminar por lo que suelen ser muy desagradables para los dueños.




Para marcar con orina el gato adopta una particular posición; levanta la cola y retrocede hacia el lugar elegido mientras rocía en forma de spray con tan solo unas gotas de la olorosa secreción.





¿Existen otras formas de marcaje?

Efectivamente existen otras formas de marcaje. La primera de ellas, también bastante desagradable para el propietario, es el marcaje mediante arañazos. Es importante diferenciar dicho marcaje del comportamiento natural de afilarse las uñas, un comportamiento espontáneo y natural en los gatos, para el cual es necesario tener un buen rascador.



Otra forma de marcaje mucho más agradable  para nosotros, es mediante el rozamiento de su cabeza, almohadillas y cuerpo con objetos o personas. Con ello impregnan distintos lugares con sus feromonas haciéndolos reconocibles y agradables para ellos.





¿Por qué se produce el marcaje?

El motivo más frecuente es delimitar el territorio. Aunque puede aparecer de manera continua y excesiva en condiciones de estrés o disconformidad del animal.



¿Cómo evitarlo?

En primer lugar debemos EVITAR ESTRÉS: Los gatos son animales fácilmente estresables y cualquier cambio a su alrededor puede generarles miedo y estrés. Algunas de las causas más frecuentes son:
  1. Llegada de un nuevo miembro al hogar, tanto una persona como otra mascota.
  2. Cambios de domicilio, de mobiliario o de rutinas.
  3. Soledad o periodos largos de ausencia del propietario.
  4. Bandeja de arena sucia o mal ubicada.
  5. Ambientes muy transitados y ruidosos.
  6. Castigos (que además suelen ser la reacción más frecuente de los dueños ante un marcaje, lo que aumenta el estrés del animal).


Para evitarlo podemos facilitarles escondrijos donde puedan refugiarse (algo tan simple como una caja de cartón en una zona poco transitada de la casa) para que así se sientan más seguros. Además ante conductas de marcaje debemos tener mucha paciencia y tacto y nunca castigar de forma negativa a nuestro minino.

En segundo lugar debemos ENSEÑAR AL GATO desde pequeño a rascarse las uñas en los rascadores o a orinar solo en la bandeja de arena. Si el gato ya es adulto, se puede frotar el rascador con hierba gatera o con feliway  para atraerle hacia él y tapar con plástico temporalmente los muebles que queramos proteger. A la hora de enseñar a un gato es imprescindible hacerlo con premios y caricias en lugar de con castigos, que solo estresarán aún más al animal.

En tercer lugar la ESTERILIZACIÓN, que reduce en más de un 90% el marcaje con orina y en un 70% los problemas de agresividad. Además está técnica evita camadas indeseadas así como la aparición de enfermedades como infecciones y tumores.

En cuarto lugar se pueden usar FEROMONAS FELINAS comercializadas en forma de difusor o spray para que reconozcan como amigable su entorno y disminuya su disconformidad.

Por último cabe mencionar que, en ocasiones, se puede confundir el marcaje de orina con algunas enfermedades que provocan que el gato no orine en la bandeja de arena. Algunas de ellas son la cistitis, la artrosis o enfermedades donde se aumenta la micción como la diabetes. En la primera de ellas el gato asocia el dolor al orinar con la bandeja de arena, por lo que rechaza la bandeja. En el caso de la artrosis, al tener dolor articular puede afectarse la defecación, pudiendo estreñirse o defecar en cualquier lugar. Ante estos casos es necesario tratar la enfermedad para solventar el problema.




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jueves, 31 de agosto de 2017

DESPARASITACIÓN INTERNA

En julio de 2016 cambió la normativa en Castilla y León sobre identificación de animales de compañía, vacunación antirrábica y desparasitación equinocócica.

Desde entonces, la desparasitación contra Equinococcus granulosus es obligatoria en perros de más de tres meses de edad, y se debe realizar mediante la administración de un antihelmíntico farmacológicamente activo y oficialmente autorizado. El tratamiento tendrá una periodicidad mínima de 6 meses, siendo recomendable la desparasitación trimestral. La realización de la desparasitación deberá quedar reflejada en la sección correspondiente del pasaporte del animal.




Los equinococos (Echinococcus) son pequeños gusanos planos que tienen el cuerpo dividido en segmentos y viven en el intestino delgado de perros, gatos y zorros. Estos animales actúan como los hospedadores definitivos de los gusanos adultos, y los síntomas clínicos que presentan son normalmente leves, por lo que el diagnóstico resulta difícil: un perro podría estar infestado (siendo una potencial fuente de contagio) y no darnos cuenta. Por este motivo es tan importante la prevención.

Los animales infestados pueden contagiar a otros animales (hospedadores intermedios o accidentales) entre los que se incluyen las personas, por lo cual este parásito constituye un importante problema de salud pública.





Los Echinococcus granulosus adultos habitan en el intestino delgado de los hospedadores definitivos: perros domésticos, otros cánidos, y gatos. Poseen una cabeza (escólex) con la que se anclan a la pared del intestino del “huésped final”, mientras que el cuerpo queda suelto en el intestino. Los huevos se forman en los últimos segmentos del cuerpo del gusano, que se desprenden y son expulsados con las heces del animal parasitado. Los huevos de estos parásitos son la forma infectiva para los hospedadores intermediarios (mamíferos herbívoros u omnívoros) y el humano (hospedador accidental). Los huevos son infecciosos inmediatamente y pueden ser ingeridos por un “huésped intermedio”. Este “huésped intermedio” es específico de cada tipo de equinococo, pero normalmente es un rumiante. La tenia puede infectar diversos órganos y tejidos del huésped intermedio (p. ej., el hígado). Cuando estos órganos infectados son ingeridos por un perro o un gato, por ejemplo al devorar restos de animales muertos, la tenia comienza a desarrollarse en el animal, alcanza la madurez y comienza a excretar huevos en las heces del animal. De esa forma se completa el ciclo de vida de la tenia.


La mayor preocupación relacionada con estos gusanos es que las personas pueden actuar como huéspedes intermedios al infectarse a través de los huevos excretados por los perros o con menor frecuencia, por los gatos. En las personas, estos parásitos causan una grave infección que puede ser mortal: la hidatidosis.


Los parásitos pueden provocar graves problemas de salud en animales y personas, por eso es fundamental que desparasitemos de manera periódica a los miembros peludos de nuestras familias.



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martes, 4 de julio de 2017

DESUNGULACIÓN EN EL GATO

¿Qué es?

La oniquectomía o desungulación es la extirpación quirúrgica e irreversible de las uñas del gato.

Al contrario de lo que muchas personas creen, no es una cirugía sencilla. Se trata de una operación agresiva y que requiere de anestesia general, en la que se amputa la falange distal de cada dedo. Esto implica eliminar la uña y el hueso, así como seccionar tendones y ligamentos. Es un proceso traumático, doloroso y que con frecuencia presenta complicaciones.

La desungulación está prohibida en muchos países (y para nosotros, desde el primer día que abrimos nuestras puertas), como por ejemplo Italia, Alemania o Inglaterra y, al fin, España.



¿Para qué utilizan las uñas los gatos?

Las uñas constituyen un elemento fundamental en su vida diaria, y es su herramienta imprescindible. Las utilizan para jugar, cazar, defenderse, caminar, marcar territorio, escalar o asearse. El rascado forma parte de su conducta natural, y es una acción de suma importancia ya que mediante ella consiguen minimizar el estrés y relajarse. Arañar es una actividad ligada a la naturaleza del gato.



¿Qué consecuencias negativas tiene la desungulación?

- pueden aparecer complicaciones tras la cirugía, tales como hemorragia o infección. El postoperatorio es inevitablemente doloroso, ya que habremos sometido al animal a una serie de amputaciones.

- dificultad al caminar. Los gatos son animales digitígridos, es decir, que al caminar se apoyan tan sólo sobre sus dedos. Al quitar la última falange de cada uno de ellos, el gato deberá modificar su postura para adaptarse al cambio. En ocasiones alguna uña puede seguir creciendo de manera irregular, provocando cojeras y malformaciones.

- rechazo a la bandeja de arena. Su utilización puede resultar incómoda y dolorosa, o no son capaces de escarbar como antes, por lo que comienzan a hacer sus necesidades fuera.

- cambios en el comportamiento. Algunos gatos se vuelven más miedosos y desconfiados: sin sus uñas se sienten inseguros e indefensos. Otros en cambio se vuelven más agresivos y utilizan la boca para atacar. Al no poder arañar, su ansiedad aumenta. Todo esto unido al dolor puede hacer que el animal cambie su actitud y con frecuencia no vuelva a ser el mismo.



¿Qué alternativas hay?

- Cortar las uñas con regularidad, acostumbrándoles a ello desde pequeños. Si no sabes cómo hacerlo, tu veterinario puede enseñarte.

- Proporcionar al gato lugares donde rascar. Los rascadores son la principal herramienta de la que disponemos para evitar que el gato arañe y estropee el mobiliario de la casa.
El rascador ideal debe ser vertical, anclado para evitar que se mueva durante su uso y con longitud suficiente para permitir que se estire. Algunos tienen accesorios para motivar al gato a rascar allí. Los gatos suelen rascar en lugares donde se sienten cómodos o se lo pasan bien, por lo que fomentando el juego cerca del rascador y premiándole cuando lo use, aumentaremos las probabilidades de que lo utilice.

- Si no puedes adaptarte a ninguna de las anteriores, la mejor opción es no tener un gato.




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viernes, 17 de junio de 2016

Víboras

Se acerca el verano y con el llega uno de los mayores peligros para los perros… las víboras.

En la Península Ibérica encontramos tres especies de víboras, cada una con sus subespecies. La más frecuente es la víbora hocicuda (Vipera latasti); es la que tiene  el veneno menos tóxico, aunque igualmente peligroso porque es la que más cantidad puede inyectar. Es la víbora que más ataques a humanos produce en España.



La más peligrosa de todas es la víbora áspid o víbora del pirineo (Vipera aspis).  Habita en terreno rocoso, pedregoso y soleado, bosques abiertos y matorrales.




Por último, nos encontramos a la víbora de seoane o cantábrica (Vipera seoanei). Le gusta calentarse al sol, por lo que se la puede encontrar en claros y caminos.




Las tres especies de víboras cuentan con diferente distribución a lo largo de la Península, pero en Burgos podemos encontrarnos con cualquiera de las tres.


A lo largo del año, tienen un periodo prolongado de actividad y otro periodo de hibernación. El periodo de actividad comienza a mediados o finales de marzo, cuando las temperaturas comienzan a suavizarse, y se prolonga hasta finales de octubre cuando el descenso de las temperaturas anuncia la llegada del invierno (son animales de sangre fría).


Síntomas de una Picadura

En los perros las picaduras de víboras se suelen producir en el hocico o en las patas. El animal suele quedarse entristecido, les hay que chillan en el momento de la picadura e incluso pueden llegar a desmayarse. En ocasiones, durante los primeros minutos / horas puede aparecer salivación, náuseas, letargo, respiración poco profunda, amoratamiento de la zona, hinchazón, dolor en la zona de la mordedura… Si observamos a nuestra mascota detenidamente encontraremos dos pequeños orificios característicos de la picadura de una víbora; alrededor de ellos la sangre no coagula, al contrario, si pasa el tiempo la herida irá complicándose.


Qué hacer

En caso de que nuestro perro sea mordido por una víbora (sin importar su tamaño), debemos de intentar tranquilizar al perro y parar de inmediato todo tipo de actividad física  ya que un mayor ritmo cardíaco las toxinas se repartirán más rápidamente por el organismo. Acudir rápidamente al veterinario es el siguiente paso. Es muy importante reaccionar con rapidez; cuanto más rápido se acuda al veterinario y se administre la medicación, mejor será el diagnóstico y la recuperación.


Qué no hacer


Y lo que nunca se debe hacer… es todo lo que siempre hemos visto en las películas: no manipular la herida, no absorber el veneno, no realizar cortes alrededor… En definitiva: sentido común, tranquilidad y rapidez a la hora de acudir al veterinario, salvarán la vida a nuestro perro en esta situación.



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