Se acercan
las navidades, época de fiestas, alegría y de petardos. Sin embargo, para
muchos de nuestros perros estos días pueden convertirse en un auténtico
infierno, cuando tienen miedo a los petardos.
El pánico
ante los petardos es una de las fobias
más comunes en los perros y recibe el nombre de acustofobia (El sobresalto de
un perro ante un petardo inoportuno es natural, como nos puede pasar a
cualquiera de nosotros). El problema viene cuando se asocia con una experiencia
negativa, entonces ese miedo se transforma en fobia.
Lo normal es
que la primera vez que un perro se sobresalta ante un petardo, su dueño, al
darse cuenta de que tiembla o se ha asustado, trata de darle tranquilidad,
acariciándole, diciendo que no pasa nada, etc. Sin darse cuenta, el propietario
ha reforzado en el animal ese estado de miedo: “hago bien en tener miedo, mi
dueño me felicita, me acaricia por cómo he actuado”. La mejor prevención
consiste en ignorar el miedo del perro: “mi dueño actúa con normalidad, no hay
peligro”.
Más
complicado se vuelve el tema cuando el animal ya tiene adquirida esa fobia; el
perro afectado de acustofobia siente un miedo irracional y desproporcionado,
vive los petardos como una auténtica amenaza, de ahí la angustia y el pánico
que le invaden. En ocasiones, si está en la calle, el perro trata de huir
desesperadamente buscando un refugio; el resultado puede ser trágico, ya que
cruzan carreteras y a veces son atropellados.
Por todo ello
en estas fechas es conveniente tomar ciertas precauciones con los perros que
sufren este miedo: Durante los paseos, deben ir bien sujetos con correa por si
en cualquier momento sienten la necesidad de huir. Debemos de evitar llevarle
de paseo durante las horas de mayor actividad festiva (es mejor mantenerle
dentro de casa, en una habitación donde el ruido exterior casi no se oiga,
dejando las ventanas de casa cerradas, incluso poniendo música de fondo que
amortigüe el ruido). También podemos enseñar al perro a tolerar de nuevo el
ruido, algo que debe llevarse a cabo con la ayuda de un adiestrador.
Además de
estas medidas, podemos prevenir las situaciones de estrés mediante la
utilización de feromonas apaciguantes, que son sustancias químicas secretadas
por un animal con el fin de provocar un comportamiento determinado en otro
individuo. La feromona apaciguante canina es producida de forma natural
por las perras lactantes y tiene una
finalidad apaciguadora: transmiten bienestar y quietud a los cachorros. Este
mismo efecto perdura en el perro adulto, por tanto está indicada en todas
aquellas situaciones que provocan estrés y nerviosismo al perro, como el miedo
a los ruidos. Este medicamento debe utilizarse bajo la supervisión de un
veterinario. ¡Pásate a conocernos!
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